Se cumplen hoy siete años del mayor atentado terrorista de la historia de Europa, donde murieron 192 personas, hubo más de mil quinientos heridos y del que todavía perviven muchos puntos oscuros, que espero que más pronto que tarde sean esclarecidos.
No se trata de escribir sobre ellos ni de explicar que ese atentado cambió para siempre la historia de España. Sí es bueno recordar el excepcional trabajo llevado a cabo por los servicios sanitarios, SAMUR, SUMMA 112, hospitales madrileños que tantas vidas salvaron y aliviaron tanto dolor debido al infatigable trabajo de médicos, enfermeras y resto de profesionales. Tampoco se podrá olvidar nunca la dedicación de profesionales del trabajo social –ahí tuvo su primera actuación el entonces todavía no presentado oficialmente, SAMUR SOCIAL-, psicólogos, forenses, personal funerario, y tantos miles de voluntarios que trabajaron sin descanso para ayudar a las víctimas y a sus familias.
Sin duda los que vivimos en primera línea todo aquello nos hicimos mejores viendo el trabajo solidario desinteresado y sin descanso de tantas buenas personas. Mi reconocimiento a ellas.
Y ante todo mi recuerdo permanente para las víctimas del atentado y mi esperanza de que en ninguna parte del mundo vuelva a producirse nada semejante ni parecido
Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com
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