Sería digna de un estudio profundo y científico la personalidad de Zapatero y sus continuos cambios de opinión que algunos lectores del blog y yo mismo hemos calificado, en otras ocasiones, típicos del marxismo de Groucho, pero es que tiene que haber algo más recóndito.
En todo caso, lo que está meridianamente claro es la habilidad de los socialistas con los medios de comunicación tan pareja a la actitud hipócrita de la “intelectualidad de izquierdas” así como la de los “artistas de la ceja”, ante las tomas de posición de nuestros líderes políticos. Parece que aquellas condenas con la frase “vengan de donde vengan” se referían solo al terrorismo durante la transición y el felipismo e iban dirigidas fundamentalmente hacia la guerra sucia contra el mismo, y ello porque o desconocían, o no podían creer o posiblemente intentaban distraer la atención sobre la autoría inductora y organizativa de esa violencia.
Sin embargo pienso que la actitud de Zapatero no es hipócrita, o al menos no solo hipócrita. Ya he escrito en varias ocasiones sobre su expresividad no verbal recogida en algunas fotos, que inducen a un profundo estudio científico de esas instantáneas; además seguro que como son digitales se puede profundizar más que en retratos al óleo de otros muchos personajes históricos.
Posiblemente su cambio del pacifismo al casi entusiasmo por participar en una acción bélica se deba a un intento de pasar a la historia como una persona que al final de su mandato se ha dado cuenta de cuál debe ser el papel de España en el mundo, porque si pienso en otra cosa tendría que expresar opiniones que no están contrastadas y en tal caso es mejor no aventurar hipótesis. ¿O será para señalar a Carmen Chacón como su favorita para sucederle?
Me pregunto porque hasta ahora a pesar de encontrarnos en escenarios de guerra como Afganistán siempre han negado el leonés y sus ministros de Defensa –ya van tres- esa situación, mientras daban la impresión de que nuestro ejército era una ONG. El problema es que seguramente se lo creyeron y por eso los medios que hasta no hace mucho disponían nuestros soldados desplazados a zona de guerra –de guerra, insisto- distaban demasiado de ser los adecuados. ¿Recuerdan los BMR sin blindaje, o la ausencia de inhibidores que cualquier director general o consejero de Comunidad Autónoma, o incluso algún príncipe de la Iglesia lleva en su coche oficial?
Me pregunto también cuáles son las diferencias entre la participación de España en Irak ordenada por Aznar y la actual de Libia. Sí, ya sé que ahora hay una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que en Irak fue posterior al derrocamiento de Sadam Hussein. Y que no ha habido foto de Las Azores, según recordó Pepiño Blanco ayer. Ya se sabe que para Zapatero y el PSOE desde cuando mandaba Alfonso Guerra la foto es lo importante.
Sin embargo, no quieren recordar que España no participó en tal derrocamiento, sino que nuestra actuación fue posterior y para la fase de reconstrucción humanitaria, de la que nos sacó de manera vergonzante Bono por orden de Zapatero el primer día de su mandato como presidente del Gobierno. Es decir, España estaba actuando, más o menos, como dicen Zapatero y Carme Chacón que estamos interviniendo en Afganistán.
Entonces, ¿a qué viene el ardor guerrero de Zapatero ahora? ¿Es que quiere borrar de nuestra memoria su recibimiento en Madrid al asesino de Trípoli? No lo sé, pero Hussein era tan asesino, tan sátrapa y tan dictador como Gadafi. Posiblemente también tuviera su patología mental aunque creo que algo diferente a la del de Libia.
Mientras, Blanco diciendo que el Partido Popular no hace más que rebuznar y que no echa una mano para nada. Gran ocasión para haber estado calladito, cuando dos horas antes Rajoy había mostrado todo su apoyo a nuestra actuación en Libia. Con sentido de Estado y de responsabilidad, y sin recordar que en el caso de Irak la actitud de Zapatero no solo fue toda la contraria, sino que el PSOE organizó multitud de manifestaciones que encabezaron nuestro actual presidente y sus artistas e intelectuales y encima se le culpó a Aznar de haber generado los motivos para la masacre del 11-M.
En cualquier caso bienvenido el ardor guerrero de Zapatero si eso vale para salvar a los libios y poner a disposición del Tribunal Penal Internacional a Gadafi. Ya de paso podían requisarse las propiedades del de la jaima en la Costa del Sol y con ellas pagar el combustible que van a gastar nuestras fuerzas aeronavales y reabastecer nuestras unidades militares paralizadas por falta de presupuesto. Y puesto que ha descubierto que nuestras fuerzas armadas son algo más que un cuerpo de bomberos o que Manos Unidas, que las tenga permanentemente en condiciones de operatividad y de paso que escuche a los militares en los temas que les afectan. Eso sí, que estos disfruten de la misma acción social y derechos que el resto de los funcionarios. A buen entendedor, etcétera.
Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com
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Lo cierto es que estamos en guerra porque hemos atacado un país. Es verdad que la ONU ha lanzado una resolución, pero ya la Liga Árabe se ha echado para atrás, y también hay fisuras entre los aliados. Ni Italia ni Alemania han mandado tropas y no les ha pasado nada. Y eso que ellos están en mejor situación económica, con lo que nos va a costar la gesta. Tampoco tienen claro si lo que hacen es para sacar a Gadafi o para que. Aparte de la crisis que tenemos encima, es el peor escenario en el que nos hemos podido meter. Y todo para distraer de la situación que tenemos. Porque, si es por evitar muertos inocentes, ¿dónde está la ONU y los países filantrópicos cuando ven las masacres de tutsis y hutus en Ruanda?.
ResponderEliminarGracias Anónimo por tu comentario. En Ruanda hay poco "business", ¿o no?
ResponderEliminarAsí entre la guerra, discutir la causa de porque los actores de la ceja no se apuntan al "no a la guerra", y la sucesión de Zapatero nos distraemos bastante y no nos damos cuenta de la situación que tenemos y de la que nos espera a partir de abril con la subida de tipos anunciada por Trichet.
Es el "fútbol y toros por televisión" del franquismo o el "panem et circenses" de los romanos. Tampoco habría que descartar, teniendo en cuenta que Zapatero se presentó a las elecciones de 2004 con el pacifismo como lema principal, que haya leído a Vegecio y esté aplicando aquello de “si vis pacem, para bellum”. Pero, desgraciadamente, creo que le gusta más lo del franquismo; no por nada, solo por su tendencia a prohibir todo.
Dudo mucho que haya leído a Vegecio, y si lo ha hecho, que lo haya comprendido. En cualquier caso, lo que tendría que saber es que demonios quiere este "toro de Libia", como lo llamaron en algún medio de comunicación.
ResponderEliminarAnónimo, gracias por tu comentario pero siento decirte que discrepo de ti.
ResponderEliminarLo que tendría que saber es que quiere y que piensa él (el que dudas que haya leido a Vegecio; era una ironía mí porque seguro que lo confunde con un Vega Sicilia). Acaba de decir que no hemos ido para derrocar a Gadafi. Yo creia que sí, porque es lo que había dicho.
¡Cuanto más nos va a durar este castigo que nos dimos a nosotros mismos por nuestra mala cabeza!
Siento haberme expresado mal. Me refería a él, a su ausencia de convicciones sinceras. Igual que tú, creo que no sabe lo que quiere porque lo que oye, le da un formato superficial, que cuadre según los vientos que soplan. Y de nuevo podemos estar haciendo el ridículo, cuando todos dan marcha atrás, y quedamos ahí sólos, patéticos.
ResponderEliminarDisculpa, es que te había entendido que tenia que saber que quería Gadafi (por lo del "toro de Libia")
ResponderEliminarY desgraciadamente el ridiculo ya lo estamos haciendo con el "Principe de Asturias" de vuelta por inoperatividad de un radar obsoleto por otra parte y con un submarino también en puerto por falta de combustible y ahora intentando sustituirlo por otro. Algo que ya barruntaba que podía ocurrir y expresé al final del post.
En fin, una pena todo y el hazmerreir de todos