martes, 17 de mayo de 2011

Candidato con promesas totalitarias

Seguimos en campaña electoral, situación en la que ya sabemos que algunos partidos políticos siguen la doctrina del Viejo Profesor, D. Enrique Tierno Galván, de que las promesas electorales están para no cumplirlas. Y algunos, que eran poco más que adolescentes, en aquella época ahora prometen cosas que no van a poder cumplir por la situación económica actual o directamente nos aseguran cosas que se dirigen contra lo que considero el principal logro de la democracia, la libertad.

Es curioso que algún candidato del PSOE esté yendo por esos derroteros cuando tuvo el coraje y la simpatía de una buena parte de los ciudadanos por haberse enfrentado a Zapatero y al aparato del PSOE. Me refiero, como Vds. ya habrán captado, al candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez. Aquel de quien dijo Rubalcaba que no tenía más mérito conocido que haberse enfrentado al presidente del gobierno, forzando al partido a convocar elecciones primarias al no aceptar dejar paso a Trinidad Jiménez.

Es posible que su actitud en esta campaña sea la del que se da perdedor por anticipado y desea, ante todo, hacerse notar y disfrutar el tiempo regulado por la normativa electoral de aparición en los medios de comunicación como múltiples “minutos de gloria”. Sin importarle siquiera demasiado el “maquillar” su currículo, por no decir directamente que mentir sobre el mismo. Como asegurar que se formó en la escuela pública y luego ha salido el director del colegio al que acudió asegurando que era privado y la cantidad –módica- que pagaban sus padres. Esto lo rebatió Gómez explicando que entonces no existían colegios públicos en Parla y a continuación algunos medios de comunicación publican la lista de los que tenía el Ministerio de Educación (competente en aquella época). Como viene a decir dice un refrán irreproducible en los tiempos actuales, es de lo más fácil coger a un mentiroso. También ha hecho algún “arreglillo” en su currículo docente; pecata minuta.

También sorprende que acuse a Esperanza Aguirre de privatizar todo cuando en su época de alcalde de Parla hacía la misma política. Falsa privatización en todo caso, porque considero que cuando la financiación es pública y el acceso igual para todos los ciudadanos no hay privatización, pero no es ese el objeto de esta entrada.

Una de las cosas que más me ha sorprendido en su campaña es la de prometer incremento del gasto como la universalización de la enseñanza infantil hasta los 3 años (lo de 0 a 3 años me suena mal) tal y como está el patio económico y eso que Madrid es una de las Comunidades Autónomas con posibilidad de endeudarse más, y la extensión del abono transporte a prejubilados. Supongo que ambas cosas las tendrá cuantificadas, porque no se puede decir que se dará plaza gratuita a todo el que la solicite sin saber si es posible y en cuanto a los prejubilados habría que hacerlo en función de niveles de renta. Tanto que él dice que va quitar regalos fiscales a los ricos, parece que no sabe que hay también hay prejubilados con muy alto poder adquisitivo y no me refiero a los de los ERES andaluces precisamente, que todo conviene aclararlo. Y en cuanto a aclaraciones decir que también soy partidario de que la enseñanza infantil sea gratuita y universal, pero creo que en estos momentos es imposible de asumir. No creo que Merkel nos deje llevarla a cabo en los años inmediatos.

Sin embargo, lo que por encima de todo me horroriza del programa del PSOE para la Comunidad de Madrid es la falta de respeto por la libertad. Muchos me han oído decir que “vivo por, de y para la sanidad pública”, lo que expresaba una realidad en todas y cada una de esas preposiciones y por tanto mi compromiso y preferencia absoluta por la esa sanidad. Pero antes de eso está mi apuesta por la libertad.

Y que Tomás Gómez diga: “los hijos de quienes formen parte de mi gobierno irán a la enseñanza pública, y sus familias no tendrán otra sanidad que la pública”  atenta contra los derechos de quienes fueran a formar parte de ese gobierno y, sobre todo, se arroga un poder totalitario sobre esos consejeros (y consejeras supongo) y, lo que es mucho más grave, sobre los hijos de los mismos, algunos de los cuales serán menores de edad. Un “progresista” defensor teórico de la libertad individual regulando la vida privada de los miembros de su hipotético gobierno y las familias de estas. Parece Dª Carmen Polo de Franco indicando al Dictador lo que tenía que hacer cada ministro a nivel personal. ¡Cosas veredes!

Ahora bien, en su incontinencia de campaña ha cometido un desliz contra sus propio discurso, ha reconocido que la educación y la sanidad pública funcionan muy bien en la Comunidad de Madrid. Parece, por tanto, que mejor que cuando falleció Tierno Galván -gobernando Felipe González- que lo hizo en una clínica privada. Nunca Esperanza Aguirre creo yo que hubiera esperado tal reconocimiento y los sindicatos que tanto defienden el sistema Muface para los funcionarios tal varapalo.


Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario