viernes, 13 de mayo de 2011

Preparando una nueva foto

En las últimas semanas parece que la situación económica ha pasado a segundo plano en nuestro país, debido en gran parte a que lo que prima es la información sobre la campaña electoral y a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre Bildu. Sin embargo, en los tres últimos días han empezado a surgir de nuevo abundantes informaciones provocadas por la situación de Grecia y las insinuaciones, más o menos veladas, por parte de algunos agentes de que España se está durmiendo y sigue sin terminar de concretar actuaciones necesarias están empezando a proliferar.

El propio Mariano Rajoy ha advertido en palabras más contenidas que las del responsable económico del Partido Popular –que ha llegado a decir que España está al borde del precipicio- sobre los nuevos riesgos que podemos tener que afrontar si el drama griego no se soluciona satisfactoriamente, aunque ha vuelto a descartar que precisemos un rescate. Sin duda ha actuado responsablemente dentro del fragor de la dialéctica de campaña electoral.

En otras palabras no ha dicho tonterías como ha ocurrido con Zapatero en Santander –donde tuvieron que adelantar el mitin para evitar que coincidiera con un partido de fútbol trascendental para el equipo local y se encontrara prácticamente solo- donde ha manifestado que a él no se le puede reprochar haber llevado a cabo recortes sociales porque no los ha hecho. Y se ha quedado tan tranquilo. Es más, ha dicho ayer en el Congreso que ha aumentado la renta familiar durante sus legislaturas. Supongo que la de los miembros de los consejos de las Cajas en situación crítica y de algunos de sus colaboradores que hayan pasado del paro a tener un puesto de asesor, porque no creo que se refiera a las familias de los casi cinco millones de parados. ¡Hay que tener caradura!

Zapatero no quiere abandonar el poder dejando al PSOE hecho trizas –lo que por otra parte sería nefasto para España- y vuelve a convertirse en el personaje frívolo que ha sido siempre. Frívolo pero con todo el poder y por tanto muy dañino para los intereses comunes. Y ya veremos cómo responde a la carta de los “mediadores” internacionales (¿quién los paga?, creo que todos nosotros) que le piden que el Tribunal Constitucional legalice a Sortu. Ya ven, hasta esos personajes consideran que el presidente del Gobierno tiene capacidad de influencia ante el Constitucional.

Como digo, no se resiste a pasar a la historia como el “enterrador” del poder autonómico y local del partido socialista y ha vuelto a pensar que lo importante es la foto y que, si además, se le añade cierta dosis de misterio y de información a cuentagotas, todo el mundo va a estar pendiente de él y de su inmensa preocupación por solucionar los problemas de nuestro país.

Lo de la foto sin duda ha colado más de una vez y ahora ha debido de pensar que ni el “Financial Times” ni nadie le va a acusar de no estar poniendo toda la carne en el asador, y mucho menos a diez días de las elecciones autonómicas y municipales (por cierto, con 5 nuevos municipios mientras que a Portugal se le exige reducir su número en las condiciones del rescate; ya comenté lo de los ayuntamientos en un post anterior).

Y por tanto decide ponerse a la cabeza de la negociación colectiva anulando un viaje a Oslo, donde los partidos de centro izquierda europeos se van a dar ánimos mutuos ante la progresiva pérdida de confianza que están sufriendo ante sus respectivas ciudadanías. Así que gastos de viaje que nos hemos ahorrado, afortunadamente. Y los responsables de comunicación de La Moncloa lo hacen como si estuvieran preparando una fiesta-sorpresa infantil. Primero que lo suspende por cuestiones de agenda surgidas de nuevo, luego para mantener una reunión en clave nacional, posteriormente una reunión inaplazable sobre reformas económicas. Y a las pocas horas, cuando se han creído que ya todo el mundo estaba en ascuas nos comunican que es para dar un impulso a la negociación colectiva entre la CEOE y los sindicatos.

¡Qué peligro! Zapatero no tiene nada que perder y su participación directa en esa negociación es un riesgo, porque existe el riesgo de que no vaya a mantener una posición ecuánime en función de los intereses nacionales (de España, que con él de por medio conviene aclararlo). Su tendencia a apoyar a los sindicatos –nunca han estado tan subvencionados en nuestro país como en sus legislaturas- introduce un importante riesgo de desnivelación del posible acuerdo. Acuerdo que urge y que tanto sindicatos como patronal habían decidido, al parecer, cerrar este mes. Lo cual ya está bien, porque llevan un retraso más que considerable que está pasando factura en términos de empleo y de credibilidad de los mercados, pero tal como están las cosas no me parece mal que lo hubieran dejado para después del 22-M.

Está foto tan “sorpresivamente” preparada me hace estar alerta. Una gran parte de los votantes ya tienen decidido su voto y una actuación de este tipo no les va a cambiar el sentido del mismo a la mayoría de ellos. El problema es que como Zapatero ha vuelto a pensar solo con mentalidad “ideológica” nos conduzca a un acuerdo que empeore más nuestra situación. Espero equivocarme y que la foto no pase a ser record guinnes por su coste.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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