viernes, 18 de marzo de 2011

La frivolidad e incompetencia no es exclusiva de algunos políticos españoles

Por una vez, y esperando que no sirva de precedente, me alegro de la incompetencia ajena porque a pesar de tantas veces que he criticado las decisiones e ineptitud de Zapatero y de sus ministros y ministras, no puedo dejar de lado que el leonés es el presidente de mi país como una vez tuve que dejar claro en una ciudad latinoamericana, cuando en una mesa redonda en la que participaba el moderador se burló de Zapatero. Luego, en privado, me solicitó disculpas y me dijo que lo había hecho pensando que así me sentiría más a gusto.

Digo que me alegro de la incompetencia ajena porque tengo la impresión de que hay un comisario europeo, el de la Energía Günther Oettinger, que es tan frívolo como nuestro presidente, y posiblemente más. Y en todo caso con su actitud está demostrando que el cargo le viene más que grande. No conozco de él nada más que su nombramiento causó sorpresa, pero no me extrañaría que haya accedido al puesto desde un escaño de eurodiputado del cupo de “expatriados europeos” que todos los partidos políticos tienen en la UE. Desde luego en España el parlamento europeo tiene, por tradición, puestos reservados a políticos molestos con el poder establecido en su organización y por mis informaciones es moneda común en muchos otros países.

El señor Oettinger parece que se basa para dar sus “apocalípticas” informaciones en comentarios de blogs como este mismo y en recortes de prensa más bien monocromática. El problema es que si yo opino una tontería –lo que sin duda hago con más frecuencia de lo debido- no pasa nada, pero lo que él diga puede tener consecuencias catastróficas para la economía y para la tranquilidad de espíritu de millones de personas. Cuando el gobierno japonés no tenía –y posiblemente ahora tenga y oculte- información clara se dedicó a pronosticar poco menos que el fin del mundo. Y ahora anuncia que vaya sorpresas vamos a tener con las centrales nucleares europeas porque no todas van a satisfacer las más exigentes normas de seguridad.

Sí es verdad y él lo sabe, como Comisario Europeo de la Energía lo que tenía que hacer es impulsar su desconexión inmediata y desmantelamiento programado. Si es solo una opinión, recuerdo lo que alguna vez he escrito porque así lo aprendí hace muchos años y me ha ido muy bien cuando lo he aplicado: no se puede gestionar ni tomar decisiones en ningún ámbito de la vida por sensaciones, impresiones o percepciones. Datos, se necesitan datos para poder decidir. Por tanto, si el señor Ottinger tiene esos datos que la Comisión Europea actúe inmediatamente, y si no los tiene que se calle, entre otras cosas porque no es un experto en energía nuclear ni responsable del Organismo Internacional de Energía Atómica, pero si un líder de opinión por el puesto que ocupa.

¿Qué pretende con esas declaraciones? ¿Es un agente de algún “lobby” de la energía no nuclear? ¿O simplemente es un frívolo incompetente? Espero que algún día los sepamos.

Mientras tanto podía tomar ejemplo de Sebastián y el propio Zapatero que, cuando muchos creíamos que se iba a poner en cabeza de la manifestación, está mostrando cierta sensatez y sentido común. Y sobre todo, está pidiendo datos a los expertos. No quiero meterme con él por aquello de haber solicitado un estudio de lo que ocurriría si un huracán afectara a la central de Garoña porque tal y como está la meteorología no quiero descartar lo que siempre se ha considerado algo imposible. También está teniendo sus cosas como recomendar que los españoles se alejen 120 km de Fukushima mientras que los Estados Unidos han recomendado 80 y los japoneses 20, pero esto no pasa casi de la categoría de anécdota.

Es más, creo que por una vez Zapatero ha actuado con más responsabilidad y menos sentido electoralista que Angela Merkel. Ojalá que esta actitud le dure el tiempo que que le queda hasta que le mandemos a disfrutar del estatus de ex presidente.


Pemeches Juspi
pemeches juspi@gmail.com

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