martes, 15 de marzo de 2011

Más con menos

Las épocas de crisis siempre han servido a las personas y a las sociedades emprendedoras para aprender a mejorar las cosas con la intención de salir cuanto antes de esa situación y evitar volver a caer en los mismos errores, con el fin de tratar que cuando las cosas vengan de nuevo mal dadas esa vez sea mejor. Es cierto que los ciclos económicos son una constante y que ya se encuentran reseñados en el Antiguo Testamento, cuando se refiere a las vacas flacas y las vacas gordas, pero es necesario que los amoldemos.

Lo que no se puede hacer es tener a los ciudadanos entretenidos con anuncios de mejora, de subsidios insuficientes de quita y pon y discutiendo todos sobre los pros y las contras de esas actuaciones. Lo que se consigue con ello es el hastío hacia la clase política y el pesimismo colectivo que lleva a la destrucción de las potencialidades de la sociedad. Eso es lo que refleja la reciente encuesta que manifiesta la profunda desconfianza de los ciudadanos hacia los políticos y responsables de los distintos ámbitos de la vida. Esto es común en situaciones de crisis y algo así fue magníficamente relatado por Sidney Pollack en “Danzad, danzad malditos”. Lo que hay que evitar es terminar como le ocurrió a Jane Fonda, induciendo a su propio suicidio.

Nuestra sociedad tiene la obligación de exigir a los políticos una salida de la crisis y sí se le explica adecuadamente los sacrificios que hay que hacer es todavía posible que empujen a los gobernantes en la dirección adecuada y que todos salgamos reforzados. Está claro que Zapatero con casi un 80% de rechazo ciudadano no puede participar en ese cambio, pero en estos dos meses que restan hasta las elecciones autonómicas y municipales se pueden sentar las bases de una reforma que nos conduzca a mejorar.

Y digo esto porque el gran problema que tenemos en España se encuentra en la gestión de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Es donde más se ha gastado y donde se ha establecido una desenfrenada carrera para ser más que el vecino y destacar. Y, por supuesto, donde más se gastara en publicidad mejor todavía porque todos podían ver lo que se hacía por encima de sus vecinos. Luego vienen Moody’s y similares y bajan la calificación de varias Comunidades Autónomas y Ayuntamientos y poco menos que se les llama malnacidos. Por cierto, supongo que todos sabemos que a esas agencias las contratan las propias administraciones públicas y les pagan considerables facturas; conviene no olvidarlo. El problema es que si no lo hacen y no califican la deuda nadie la compra.

Así como el consejero de Sanidad de Cataluña Boi Ruiz ha presentado un plan de contención de gasto, que podrá gustar más o menos, que será más o menos acertado, que tendrá medidas adecuadas y otras menos meditadas, un plan con aciertos y posibles errores pero un plan necesario y urgente, deberían hacer todos los partidos políticos lo mismo en esta campaña. No solo en sanidad sino en todos los campos de las prestaciones públicas.

Se ha descartado el copago sanitario por todos los responsables políticos. Pienso que ya veremos, pero en cualquier caso es una opción legítima y puede que hasta acertada aunque no sé hasta cuando se podrá mantener. Ahora bien, no puede seguirse con la política de todo y de todo en cualquier lugar. Es necesario que en esta campaña electoral se explique esto a los ciudadanos. Que no se prometan cosas que no son imprescindibles para mantener los resultados en salud y que se explique que las cosas han cambiado. Que está muy bien no usar gafas y operarse la miopía, pero que al igual que nunca nadie nos ha pagado las gafas aquella idea, que se le ocurrió a algún político hace algún tiempo, de incluir la cirugía refractiva en el SNS va a tener que seguir esperando y alguna otra cosa parecida habrá que dejar de hacerla.

Que se deje a un lado la demagogia y se comunique que es posible que una valvulopatía mitral severa no puede esperar más de un mes, pero que un hallux valgus es posible que no precise ser intervenido en treinta días. En otras palabras que se prometa que nadie esperará más de lo que precisa pero que no todos los procesos patológicos son iguales y que la lista de espera es el precio no monetario que tenemos que pagar para no tener que hacerlo en metálico o mediante incrementos impositivos.

Y tantas y tantas cosas que los que gobiernen después de las elecciones tendrán que hablar con los funcionarios, estatutarios y resto de empleados públicos para hacer más –o al menos lo mismo- con menos. Con menos gasto, se entiende y aquí cabe todo. Claro que eso hay que hablarlo y reunirse con los implicados como parece que está haciendo Boi Ruiz. La publicación de esas medidas en los boletines oficiales debe ser posterior al diálogo, donde debe acordarse la operatividad de la implantación de esas medidas. La decisión de llevarlas a cabo corresponde a los políticos que serán respaldados por la mayoría de los ciudadanos si las explican claramente y piden excusas por habernos conducido a vivir por encima de nuestras posibilidades.

Si conseguimos aprender a hacer más con menos conseguiremos en no demasiado tiempo poder hacer mejor las cosas y tener más cosas.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

4 comentarios:

  1. No estoy muy seguro sobre si se puede conseguir más con menos dentro de la estructura del sistema de salud español tal y como está definida en la actualidad. Hace un tiempo cayó en mis manos un libro que recomiendo a cualquiera que tenga vocación por la gestión. Se centra en la crítica del modelo sanitario americano y ya sé que decir eso desalentará a muchos por creer que no nos afecta. Nada mas lejos de la realidad, nos afecta y mucho. Seguro que el Dr Boi lo tiene a mano. Se titula "Redefining Health Care. Creating Value-Based Competition on Results". Sus autores Michael E. Porter y Elizabeth Olmsted Teisberg. Sostienen con buenos argumentos que se puede conseguir más mejorando la calidad al estimular la competitividad en los resultados y con ello mejorar la eficiencia del sistema. Pero mencionar la palabra competitividad es anatema para muchos, especialmente los que tienden a la incompetencia, porque como es natural, se ponen en tela de juicio sus mediocres resultados.
    Saludos,

    Cuchillero

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  2. Gracias Cuchillero por tu comentario y referencia. Te aseguro por experiencia personal que se puede conseguir, o mejor dicho, que se podía conseguir cuando no había una "competición" de los politicos por ser mas que los vecinos. Yo he conocido perfectamente el INSALUD que de manera limitada estimulaba la competitividad al clasificar los hospitales en grupos y publicar -para consumo interno y luego en la web a años pasados- algunos resultados de eficacia y eficiencia y cuando los gerentes se lo creían, tenían capacidad de liderazgo y les afectaba en sus retribuciones, en muchos hospitales se logró hacer más y mejor con menos. Solo un ejemplo, de como se puede hacer más con menos: no poniendo pañales por las noches a todos los ingresados sin acompañante, como se hace en muchos sitios.
    Saludos

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  3. Ahorro en pañales en ingresados sin acompañante... Entiendo que se usan menos pañales pero ¿se mejora con ello la calidad asistencial? Porque si no, entonces es menos por menos, no más por menos. Como clínico, yo me refería a tener mejores resultados con los pacientes lo cual significa menos reigresos, estancias mas cortas, menos infecciones quirúrgicas y menor gasto en antibióticos por poner algunos ejemplos. Objetivos específicos como menor incidencia de fallos de sutura, mejor supervivencia de pacientes e injertos en trasplantes, menor mortalidad en cirugías de alto riesgo, etc, etc.. Todo ello por medio de evaluación de resultados del proceso completo evitando la fragmentación de las actuaciones, abordajes multidisciplinarios, auditoría continuada de los procesos y muchas otras acciones que mejoran la calidad, disminyen los costes y permiten incentivar a los profesionales excelentes. Tal y como dice el libro estrategias de suma positiva y no de suma cero en las que en realidad se produce una transferencia de los costes entre los agentes del sistema, proveedores y usuarios, sin beneficio real, mas bien al contrario.
    Cuchillero

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  4. Cuchillero, lo de los pañales es solo un comentario anecdótico, pero que por supuesto también influye en la calidad máxime cuando nos jactamos de que nuestros hospitales siguen la EFQM. Como dice José Ramón Repullo en un artículo que luego te enlazo “la calidad de la atención sanitaria a nuestros pacientes se defiende haciendo buena medicina y enfermería día a día”. Para mí lo de los pañales son cuidados de enfermería que dejan que desear si el paciente no tiene incontinencia. Con lo que se ahorra en ellos se pueden mejorar otras cosas.
    Ni que decir tiene que en todo lo que apuntas coincido al 100% contigo y eso es lo que intentaba reflejar en el post al decir que había que hablar con los implicados porque la reducción de ingresos innecesarios, mejor uso de antibióticos, etc.,. etc., no se consigue dando la orden sin más. Necesita una implicación de todos, y las bajadas de salarios no ayudan precisamente a eso.
    Y fundamental lo que dices de abordar el proceso completo. Cuanto se ganaría si se trabajara por procesos de manera multidisciplinaria. Allí donde se han implantado guías integradas asistenciales elaboradas desde el consenso y el rigor en el diseño de las actividades y tareas se ha ganado mucho.
    El artículo que te he comentado se encuentra aquí. Dice más o menos lo que estamos comentando pero estructurado académicamente. http://www.actasanitaria.com/fileset/doc_62588_FICHERO_NOTICIA_26701.pdf
    Saludos

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