lunes, 4 de abril de 2011

No, no lo ha hecho bien

Zapatero ya ha dado un primer paso ante las expectativas que él mismo había desencadenado, anunciando el sábado ante el Comité Federal del PSOE que no será candidato a las elecciones generales de 2012 y que ahora  le toca ponerse a gobernar hasta el final de la legislatura. Escuché en directo su alocución y me sorprendió de manera importante que, justo cuando anunció tal decisión, los presentes no hicieran ninguna manifestación de apoyo o de desagrado, por más que al final y, a puerta cerrada, hayamos podido leer que todo fueron apoyos.

Tal silencio no creo que hubiera que atribuirlo a la sorpresa porque todo el mundo esperaba algún tipo de anuncio, y luego he visto el video y las personas sentadas en la presidencia del acto no manifiestan ninguna expresividad facial. Ni siquiera de alivio, aunque es posible que fuera así porque muchos ya conocieran la decisión, tal como informaba ayer El País.

Pero si eso me sorprendió, otro aspecto del discurso del presidente me confirmó que desde la asunción de la secretaria general del PSOE en al año 2000 ha estado dominado por el mesianismo unido a su manifiesta incompetencia e incapacidad para ejercer el cargo. Y por supuesto, sentido de la humildad nulo. Ni una autocrítica ni una disculpa para los mayores afectados por la crisis que él se negó a reconocer, nada de nada. Eso sí, reconoció que se habrá salido de la crisis cuando se cree empleo estable (para lo que tiene que haber crecimiento sostenido y creciente, no al 1.4% del PIB) y no que ya habíamos salido de la misma, como manifestó en la entrevista conjunta a varios medios europeos y que se publicó el viernes por la noche.

Por otra parte no quiero opinar, como algún importante comentarista ha calificado, sobre su “averiada” cabeza, pero en un discurso de renuncia a presentarse y cuando queda menos de un año de legislatura, porque para celebrar elecciones en marzo de 2012 hay que disolver las cámaras a primeros de enero, ha explicitado que va a llevar a cabo muchas acciones de gobierno. En cualquier caso esta frase suya del discurso es digna de análisis: “me gustaría pasar a la historia de España como el presidente que, además de hacer frente a la crisis, transformó la economía y llevó a cabo la tercera gran transición económica de la democracia”.

En concreto habló de servicios profesionales, la reforma aeroportuaria, la sostenibilidad urbana, la ordenación de las telecomunicaciones, la culminación del proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, la flexibilización de horarios comerciales n determinadas zonas turísticas, o el afloramiento del empleo sumergido. La regulación de la mediación y el arbitraje o la agilización de su funcionamiento, o la implantación definitiva de la nueva oficina judicial. Un nuevo programa (¿otro?) de reducción de cargas administrativas, o la implantación del silencio positivo como nueva y radical pauta de comportamiento ante los ciudadanos, o la supresión de una parte de las licencias para emprender actividades. Una nueva regla de gasto para el conjunto de las administraciones. Revisión a fondo de la Formación Profesional y del sistema de Ciencia e Innovación. La universalización de la asistencia sanitaria, o la integración de los trabajadores agrarios en el sistema general de la Seguridad Social.

Mientras, los nacionalistas se deben estar frotando las manos porque también comentó que ya ha iniciado los contactos para la elaboración de los presupuestos generales del Estado para 2012. Como encima añadió que va a seguir gobernando como hasta ahora, ya pueden Vds. figurarse donde vamos a acabar, porque también, si realmente hay primarias en su partido, es más que probable que tenga que remodelar el gobierno. Tal necesidad puede llevarle a presiones para que tal cambio sea amplio; ya se sabe, cuando hay riesgo de dejar de gobernar, cuanto más se pueda conseguir en los últimos momentos mejor (indemnizaciones, concursos para consolidar niveles, etc.).

No, no lo ha hecho bien. Los americanos tienen la figura del “pato cojo”, pero no tiene nada que ver con la situación de nuestro presidente. Que encima se ha autoproclamado garante del proceso sucesorio mientras todos sus correligionarios ya lo tienen amortizado. Creo que tendría que haber convocado elecciones generales -cuando tenía calendario para hacerlo- coincidentes con las del 22 de mayo y si no el sábado debería haber presentado su renuncia a la presidencia del gobierno y a la secretaria general del PSOE.

Lo ha hecho tan mal que lo vamos a pagar todos los españoles, es más que posible que salvo los nacionalistas, y sobre todo el PSOE. O surge una nueva figura con categoría intelectual y sentido de Estado o el riesgo de sufrir una hecatombe como la UCD en 1982 es bastante alto y eso sería pésimo para España.

No, no lo ha hecho bien y no creo que ni le compense lo que ya dicen algunos medios de comunicación, que en unos años la historia le reconocerá todos sus méritos (¡?) y ocupará un lugar parecido al que ya ocupa Adolfo Suárez. Han perdido el norte.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario