viernes, 1 de abril de 2011

No, no estamos mejorando

La situación económica de España parecía mejorar como expresaron Botín y otros cuatro grandes empresarios en la reunión del Palacio de la Moncloa del pasado sábado, donde el primero solicitó a Zapatero que continuara sin desvelar su futuro y hasta el final de su mandato.

Pero como escribía en un post del pasado lunes la economía real, la de las familias españolas no ha mejorado y la de aquellas que tienen la suerte de encontrarse en una posición satisfactoria, sin parados en el seno familiar y con unos sueldos suficientes, no está contribuyendo a la recuperación general. Hay miedo y cuando este existe los ahorros que se generan no se invierten y casi, casi se guardan debajo del colchón, por lo que pudiera pasar. Y esta situación de desconfianza no va a cambiar mientras esté Zapatero, porque cualquier opinión o declaración suya es puesta en entredicho por su continuos y reiterados engaños y cambios permanentes –a veces en cuestión de minutos, como ya ha ocurrido alguna vez en sede parlamentaria- de postura.

Lo cierto es que ayer la gasolina ha alcanzado los 1,34 euros por litro, el Euribor ha cerrado marzo a unas cifras -1.924%-desconocidas desde hace 25 meses, lo que encarece la hipoteca media en 600 euros al año. Cincuenta euros al mes, que cada hipotecado va a tener que desembolsar de más cada mes añadido al aumento de precios que se está produciendo en el resto de los bienes de consumo y que se ha reflejado en un IPC incrementado en un 3,6%. Recuerdo que nuestras autoridades económicas dijeron que iba a bajar en marzo. Y todavía estamos a la espera de ver en que se concreta -0,25 o 0.50%- el anuncio del Banco Central Europeo de subida de tipos en abril. Y para que hablar de la situación de las entidades financieras y la rotura del Banco Base con la consiguiente nacionalización más que segura de la CAM.

Tengo la percepción (ya, ya sé que no son datos reales, sino subjetivos mío) de que desde mediados de enero ha disminuido la afluencia de compradores en el comercio, después de haberse recuperado algo desde noviembre de 2010. Desde luego en el hipermercado habitual al que acudo hay menos cajas abiertas y las colas en las que lo están son menores; no he cambiado mis horarios de compra y cuando entro en el pequeño comercio ocurre algo similar. Sin embargo, lo que sí es un dato real, y no una percepción, es la caída de las ventas en el pequeño comercio, un 4,8% interanual. Cuando está cifra haya sido difundida ampliamente seguro que saldrán Zapatero o Salgado anunciando una campaña contra el fraude fiscal en este tipo de comercios porque esa cifra no se ajusta a la que, según ellos, es la real.

Hay analistas que expresan sus temores a que la próxima EPA refleje unas cifras de paro bastante próximas a los cinco millones. Por el bien de todos espero que no, pero ese anuncio de “amnistía” de la economía sumergida tiene toda la pinta de curarse en salud y poder justificar esa hipotética terrible cifra. Insisto, espero que no.

Lo que no hay que esperar, porque ya se ha producido, es que el Banco de España anunció anteayer que las previsiones del gobierno no iban a cumplirse. Y ese incumplimiento se materializaría en un crecimiento del 0,8% (en lugar del 1,3%) y en un gasto de los hogares inferior en el presente año en cinco décimas al de 2010. Y además, como los tipos van a subir el endeudamiento familiar aumentará y la tasa de ahorro disminuirá.

Esto es muy grave, pero lo peor es que el organismo supervisor bancario pronostica un incremento del paro hasta el 20,7% y, sin duda, esto supondrá más familias con todos sus miembros sin ingresos. Tendrá que volver a salir la Srta. Aido o su jefa, Dª Leyre, a decir que los jóvenes “ni-ni” son testimoniales y que el 43% (más lo que aumente, según el Banco de España) de paro juvenil es falso porque esos jóvenes (y jóvenas, por supuesto) hacen la compra, ayudan a su madre, sacan de paseo a la abuela, o similar y por tanto tienen actividad y lo del paro de este grupo de edad es cosa de las televisiones de extrema derecha.

Mientras tanto, acabamos de conocer que el superávit del Estado ha disminuido más de un 43% en febrero y el de la Seguridad Social un 17,4%, ambos en cómputo interanual. Y si el paro sigue incrementándose más que disminuirá; no hay que dejar de lado que la previsión para este año de pago de las prestaciones del desempleo es de 27.000 millones de euros, pero con los nuevos datos del Banco de España es más que probable que se quede corto.

¿Dirá ahora Zapatero que el Banco de España está equivocado? Hace menos de un mes decía que como presidente del Gobierno él de quien se fiaba era del sucesor del Banco de San Carlos. Desgraciadamente lo que va a ocurrir es un nuevo recorte del gasto, que ya veremos en qué dirección va. Lo que no sería lógico es recortar en infraestructuras de poco relumbrón pero muy necesarias y en el mantenimiento de las existentes y no en otro tipo de construcciones , aunque lo que venda electoralmente sea el AVE y un aeropuerto en cada capital de provincia. De esto escribiré lo antes posible.

Porque la otra posibilidad para recortar las nuevas previsiones del déficit ya sabemos todos como se llama, incremento del IVA y de los impuestos especiales o disminución de pensiones y nueva bajada de sueldo a los funcionarios. Es decir, mayor pobreza de las familias.

Aunque hay muchas personas que en absoluto van a estar de acuerdo conmigo, no estamos mejorando y para mejorar se necesita un gobierno con credibilidad y la espera de un año para ello puede ser dramática para la economía española de los próximos diez o doce años.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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