lunes, 7 de febrero de 2011

Y ahora, ¿qué?

Concluidas las dos reuniones de Zapatero con Merkel una específica y privada en Madrid y la otra en Bruselas ya colectiva tendríamos que preguntarnos, ¿y ahora, qué?

Quiero pensar que a pesar de su inconsistencia, frivolidad, y manifiesta incapacidad para gobernar un país como España Zapatero no tiene un pelo de tonto y sabe lo que se juega él y sobre todo, porque se lo han dicho claramente sus correligionarios, lo que se juega el PSOE en las próximas elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, de las que sigo pensando que la ciudadanía va a encarar de manera plebiscitaria sobre el presidente del gobierno.

Independientemente de los elogios que Merkel y Sarkozy han hecho sobre las reformas, que por ahora no son mucho más que un pacto sobre pensiones y una hoja de ruta –ya modificada al poco de publicarse- sobre la reforma de las cajas, no hay que echar en saco roto las apreciaciones del periodista Melchor Miralles sobre que la canciller alemana alabó a España más que a Zapatero. Si se repasan las informaciones sobre la reunión hay que reconocer que fue realmente así. Miralles informa también que a eso no ha sido ajeno el Partido Popular y las presiones que ha efectuado sobre Merkel y su entorno. Cosa más que probable por que comparten afinidad y grupo ideológico y porque la “fracasada” conoce perfectamente quien es Zapatero y el riesgo que su política negacionista y de “salida social a la crisis” ha tenido y sigue teniendo sobre el euro y los bancos alemanes cuya exposición a la deuda soberana española es de sobra conocida.

Con anecdótico cabezazo incluido, la visita de Merkel ha sido más que la comida con los sindicatos y empresarios. Estoy seguro que lo que de alguna manera ha expresado Zapatero, que al contrario que Alemania nosotros acordamos las reformas con los sindicatos, no le ha debido hacer ninguna gracia a la alemana, entre otras cosas porque probablemente haya pensado que allí no gastan dinero público para mantener a los sindicatos, que viven de las cuotas de sus afiliados y de los servicios que les prestan. Además, seguro que se pregunta cuánto nos ha costado la firma de ese acuerdo.

Y ahora ¿qué? he titulado este artículo, porque las opiniones son prácticamente unánimes a pesar de los matices. Y son unánimes en el sentido de que Merkel –y Sarkozy- no van a dejar caer al euro, pero que tampoco van dejar de tenernos atados en corto. Y ahora toca abordar la competitividad.

Ya lo dijo la canciller, salarios ligados a productividad. Algo que es lógico y de sentido común por mucho que diga Arturo Fernández, de que eso es un tema alemán y no español. Me gustaría saber si en su emporio hostelero ese tema no le preocupa al vicepresidente de la CEOE y presidente de la CEIM, porque no quiero pensar mal. Como mal iremos si nuestro ministro Valeriano Gómez se pone el traje sindical en lugar del de la responsabilidad.

He llegado a leer que habría que discutir si los salario se ligan a IPC previsto o pasado. No lo entiendo. Uno de los grandes éxitos de los Pactos de la Moncloa fue dejar de unirlos a la inflación pasada; todavía me acuerdo que aquellos años llegué a experimentar subidas en mi nómina en torno al veinticinco por ciento. Creía que este tema estaba resuelto, ¿o es que entra también dentro de la revisión total de la Transición? Sería triste que, de nuevo, tuviéramos que hacer los deberes en este tema al dictado de la "institutriz" de Zapatero.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

4 comentarios:

  1. Curiosas las expectativas que ha desatado la visita de la canciller Merkel. Y también las reacciones. Parece que ha hecho mucha pupa la "oferta" de trabajo a desempleados con cualificación. Y digo esto, porque a continuación, sale a la luz un informe de los profesionales cualificados que se necesitan en España, por comunidades. Y dice, entre otras cosas, que España tiene una gran demanda de médicos, sobre todo en Madrid y Murcia. Y, digo yo, que es natural, PORQUE LOS MEDICOS ESTAN HACIENDO, ADEMAS, DE ENFERMERAS, ADMINISTRATIVOS, Y EN OCASIONES CELADORES, con lo cual, se necesitan más médicos para hacer el trabajo de médico. Además de un sinsentido, es un auténtico despilfarro. ¿Es que no lo ven nuestros dirigentes?. Desde luego, en Alemania, el país de la productividad y la eficacia, no creo que lo entendieran. Saludos.

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  2. Lo que dices es muy cierto, aunque si eres médico procura no hacer de enfermera que el Consejo de Colegios de Enfermería está buscando constantemente el intrusismo profesional. La Organización Médica Colegial podría aprender un poquito de ellos.
    Lo que dices de Alemania me recuerda hace muchos años en un hospital que visité con grupo de médicos españoles para aprender una nueva técnica quirúrgica (que a largo plazo no ha dado buenos resultados aunque sea alemana)y empezaban la intervención a las 6.30 (a.m.)Nosotros llegamos a las 7 (y algunos jurando en arameo de la hora,faltaría más) y ya iba avanzada la intervención y un sevillano muy gracioso dijo: "en España a las 10 diría la supervisora, doctor que no hay paños estériles y no se puede empezar". En fin, tu lo has dicho todo.
    Gracias Anónimo por tu comentario

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  3. Que gracia el comentario sobre el consejo de colegios de enfermeria. Digo yo,¿es eficaz que si viene un paciente a la consulta de primaria con cefalea, le mande el médico a la consulta de enfermeria a que le tome la tensión arterial, y que luego venga para hacerle una exploración neurológica?¿Si se quita la venda de una herida para enseñarmela, o tengo dudas de si tiene fiebre, hago lo mismo?. Si se ha desnudado para auscultarle y le aprecio una arritmia, ¡venga a darle paseos!. Pues no, acabo haciendolo yo, porque no hay ninguna ayuda en la consulta. Si las enfermeras no quieren compartir la labor con los médicos, pues que no lo hagan, pero que pongan a otra persona que ayude en las consultas. Ya la entrenaremos. Estoy seguro que se dispara la eficacia. A veces, veo en la mirada de los pacientes una pizca de lástima por nosotros y una pizca de perplejidad. Lamentable.

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  4. Gracioso no, preguntale a sus directivos. Eso sí, que a un técnico de rayos no se le ocurra reinvidicar inyectar un contraste. Claro que hay que poner a alguien. Es más, te voy a decir una barbaridad pero meditada después de muchos años, ¿son imprescindibles las enfermeras instrumentistas o podrían sustituirse por técnicos? ¿por qué va un paciente a extraerse sangre y le atiende primero un auxiliar administrativo para escanear el volante, luego un técnico para entregarle los tubos y a continuación una enfermera extrae la sangre en los tubos que le entrega el paciente recibido del técnico de laboratorio? Y el médico solo. Y la Organización Médica Colegial dedicada a no se sabe qué y algunos colegios de médicos dedicados a hacer intermediarios de corredurías de seguros. Lamentable

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