martes, 1 de febrero de 2011

No hay nada que celebrar

El viernes pasado y con motivo del acuerdo sobre las pensiones entre gobierno, sindicatos y patronal escribía: “en principio, bien” y añadía que ese pacto sería bueno para la percepción de España en el exterior y en los mercados. Así parece que ha sido y el IBEX 35 terminó enero con una subida del 9,6% , se ha podido colocar la deuda y la prima de riesgo ha cerrado el mes en 221 puntos básicos. Este valor es una barbaridad pero hoy nos suena maravillosamente bien.

Es decir se ha hecho algo de lo que se nos había exigido y nos dan su reconocimiento y a esperar con tranquilidad a Angela Merkel en su visita relámpago del próximo jueves, aunque ya tiene una avanzadilla desplazada a Madrid desde hace días y que informa diariamente de lo que están viendo in situ sobre nuestra situación. Sin duda felicitará a Zapatero por el esfuerzo y las decisiones tomadas y de manera rebuscada muy probablemente dirá que estará ojo avizor y que no nos despistemos.

Ahora bien, poca cosa hay que celebrar y el necesario acuerdo de las pensiones -que algunos expertos juzgan insuficiente y sobre todo demasiado dilatado en el tiempo- se ha tenido que hacer fundamentalmente por la pérdida de cotizantes a la seguridad social acompañada del incremento en el número de parados. Menos ingresos, más gastos significa menos recursos, es así de sencillo.

Por eso poco hay que celebrar, y en todo caso la satisfacción mostrada por Zapatero por haber llegado al acuerdo es un agravio para los que verán retrasada su jubilación y disminuida -¿será solo en un 10%?- su futura pensión, amén de una falta de consideración para los 1.350 nuevos parados que accedieron a esta situación cada día del año pasado y para toda la sociedad española. No olvidemos que se nos está vendiendo como un gran logro un recorte muy importante de las prestaciones de la sociedad del bienestar.

Sin embargo, oyendo a Zapatero parece que sí hay que celebrarlo y que es todo “por España, todo por España”, la que era discutida y discutible y la que ha desvertebrado y donde ha provocado la insolidaridad interregional y desenterrado los fantasmas del pasado. Y todo ello por su cuenta y riesgo y sin contar con nadie.

Pero lo más grave no es esto y el “que ya sé lo que voy a hacer, que ahora no toca, que la carpeta de 2012 está sin abrir etc.”, mientras sus correligionarios le colman de loas e incienso con tal intensidad que ni Franco las tuvo, no contribuye en nada a la mejoría de la situación Aunque creo que está claro que las ponderaciones de los dirigentes socialistas son para que se anime a irse de una vez, parece que va a ser que no por ahora y que, exultante por el acuerdo con los sindicatos y patronal y deleitándose anticipadamente en los parabienes que espera recibir de la “fracasada” –seguro que niega haberlo dicho nunca- Merkel, está de nuevo en fase eufórica.

Ayer en los desayunos de TVE con la periodista Ana Pastor ha vuelto sobre sus pasos anteriores y, como el año anterior y el otro, ha manifestado que en 2011 se volverá a crear empleo neto en el segundo semestre del año. Contradice a su Secretario de Estado de Hacienda y niega que vaya a haber copago sanitario y que de suprimir las diputaciones nada de nada, que el que lo intente se encontraría con una contestación social fuerte. Digo yo que tal contestación será de los políticos que tienen ahí asegurados unos cargos, porque con las comunidades autónomas las diputaciones no deberían existir al igual que tendría que reducirse el número de ayuntamientos.

Mientras tanto el IPC en el 3% interanual y el 3,3% en enero y el Euribor en imparable escalada y recuperando los valores de junio de 2009. El Ministerio de Fomento ha publicado muy recientemente que la vivienda es hoy un 13,1% de media más barata que hace tres años, aunque en algunas zonas como Madrid esa pérdida de valor es del 18%. Esto supone que casi 317.000 familias deban al banco por su hipoteca más de lo que vale su vivienda en la actualidad. ¿Hay que celebrar también nuestro mayor nivel de pobreza?

Y ya el que nos venda que la reforma del sector financiero está generando ingresos a las arcas públicas es una grave señal de que el acuerdo de las pensiones le ha devuelto a su anterior mundo irreal. Y para el que no se lo crea esto es lo que se lee en la web de La Moncloa: Zapatero aseguró que no emprende las reformas por imposición de la Unión Europea sino porque las considera imprescindibles para el futuro de España. “Algunos dicen que las hago a la fuerza; no es así, las hago porque creo en ellas y porque forma parte de nuestro proyecto político actuar con responsabilidad”. Casi mejor que nos quedemos con la lectura de que reconoce que hasta ahora no había actuado con responsabilidad, pero visto lo que ha comentado hoy ya no sé qué pensar, así que mejor que no voy a expresarlo por respeto al presidente del gobierno de mi país.

Pemeches Juspi

pemechesjuspi@gmail.com

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