lunes, 10 de enero de 2011

No será un paseo triunfal

Hoy comienza de verdad la segunda parte del actual curso político que culminará con las elecciones autonómicas y municipales del domingo 22 de mayo, donde se dirimirán, posiblemente, más cosas que quienes desempeñarán las tareas de los gobiernos autonómicos y municipales.

Existe una percepción mayoritaria sobre que los ciudadanos al depositar su voto ese día harán, a la vez, un plebiscito sobre Zapatero y que a partir de entonces el camino del PP hacia La Moncloa será el descenso de un puerto de montaña, por poner un simil ciclista tan del agrado de Rajoy. Es posible, pero no está todo el pescado vendido y Mariano Rajoy y el Partido Popular tienen que mantener la cabeza fría y guiarse por la prudencia y la perseverancia, y mantener bien alerta la perspicacia para llegar con la suficiente ventaja a las elecciones generales, y opino que no da lo mismo quien sea el candidato socialista. Es decir, no va a ser un paseo triunfal la llegada de Rajoy a La Moncloa.

El PSOE y los medios de comunicación afines no van a resignarse y a facilitar las cosas para que la derrota sea estrepitosa, y haya decidido continuar o no Zapatero, si el 22 de mayo se convierte finalmente en un plebiscito contra el presidente del Gobierno el candidato será otro.

Cada vez estoy más convencido de que lo que han apuntado algunos medios de comunicación se aproxima mucho a la realidad: que el nombramiento de Rubalcaba como casi presidente “bis” no es una decisión personal de Zapatero, sino impuesta por los poderes fácticos del partido socialista con Felipe González a la cabeza. Las declaraciones del ex presidente del gobierno en las que más o menos venía a decir que los candidatos los nombran los partidos apunta claramente en esa dirección.

Por lo que se está viendo, el grupo Prisa va a intentar jugar un destacado papel en el viaje hacia el nuevo inquilino de La Moncloa, que tiene su escala técnica en mayo. Su apoyo a Rubalcaba es cada vez mayor y paralelo a la crítica a Zapatero, y, por supuesto, con abundante crítica a Rajoy y al partido Popular.

Su apuesta por el recambio de candidato socialista es tal que ayer su empresa demoscópica de cabecera publicaba que la fidelidad de los votantes socialistas se ha recuperado veinte puntos con Rubalcaba. Y en ese camino van a seguir y esa percepción puede calar entre esos votantes. No olvidemos que una buena parte de la ventaja actual del Partido Popular en las encuestas tiene su justificación en la abstención de votantes habituales de los socialistas.

Si a eso le unimos los mensajes subliminales que se están lanzando sobre el atentado de Arizona, como que el Tea Party ha prendido la mecha de la crispación (como ocurre en otros países, he podido oír) e insinuando que se debe a que la congresista Gabrielle Griffords estaba a favor de los inmigrantes, del aborto y de las células madres y dejando para segundo titular que el autor es un desequilibrado tenemos elementos para en una fase posterior asociar al Tea Party con algunos destacados dirigentes del Partido Popular y a los socialistas como defensores de los valores que encarna (y ojalá pueda seguir defendiéndolos) la congresista Griffords.

Yo me atrevería a recomendar al PP la perspicacia que mencionaba anteriormente para si se intenta tal asociación no entrar al trapo y, como mucho, recordar las palabras de Magdalena Alvarez hacia Esperanza Aguirre sobre la catenaria y las vías del metro. Y por cierto, la transposición automática de la ideología republicana y demócrata a España no es posible -como cualquier conocedor de Estados Unidos sabe perfectamente- como tampoco sería posible que oyéramos a Zapatero pedir que se orara con él por las víctimas de un atentado en nuestro país, como sí se ha podido ayer escuchar a Obama.



Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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