martes, 16 de noviembre de 2010

La Salud Pública no es ni pública ni privada. Es Salud Pública

En Madrid tenemos un pequeño brote de legionelosis, que ha afectado a menos de 50 personas y que está remitiendo. Se ha puesto en marcha el correspondiente proceso de análisis epidemiológico y se han descubierto bastantes torres de refrigeración contaminadas por Legionella pneumophila. Algunas incluso en edificios oficiales y hasta en un hospital.


Esta bacteria es un huésped habitual de estas instalaciones y alguna persona conocedora del problema dice, con buen criterio, que la legionella está en todas partes. Pero precisamente por eso, y porque a determinadas concentraciones puede ser tremendamente patógena existen normativas internacionales para su control y, consecuente prevención de sus efectos patógenos.

En 1996 hubo un brote epidémico en Alcalá de Henares que afectó a 224 personas, que duró casi dos meses y que tardó bastante tiempo en averiguarse la causa, y que algún destacado político socialista y medios de comunicación achacaron a las más peregrinas teorías, hasta que la entonces Consejera de Sanidad, en una multitudinaria rueda de prensa, enseñó la fotografía de la legionella aislada en los enfermos y una torre de refrigeración.

Ese brote supuso en España un antes y un después en la prevención de la legionelosis. Se aprendió mucho sobre cómo diagnosticarla y combatirla y sobre la importancia de una actuación coordinada de los técnicos de Salud Pública. Trajo también consecuencias legislativas, primero en la Comunidad de Madrid y luego en el Estado, con un excelente Real Decreto del año 2003 impulsado por los entonces Subsecretario del Ministerio de Sanidad, Domingo Menéndez, y la Directora General de Salud Pública Dolores Flores.

En las dos normativas se especifican que las torres de refrigeración tienen que ser declaradas e inspeccionadas por técnicos sanitarios. La de la Comunidad de Madrid especifica que la declaración se hará al Director General de Salud Pública.

Salud Pública que no es ni pública ni privada, -aquí y en ninguna parte del mundo, gobierne un partido liberal, socialista o conservador- salvo cuando, quiero creer que por ignorancia, se confunde la Salud Pública con la Sanidad. Que aunque suene parecido no es lo mismo. La Salud Pública es la encargada de la protección de la salud a nivel de la comunidad, nada más y nada menos, porque de el propio concepto se deduce que su contenido es amplísimo, y por eso es cada vez más necesario que se defina una cartera de servicios homogénea para toda España.

En el brote actual se han descubierto torres de refrigeración que ni siquiera estaban declaradas, y aquí yo tengo que preguntarme cual debe ser el límite entre la autorregulación y la inspección. Y la causa de que no haya habido, como parece, suficientes inspecciones debería hacer reflexionar a las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, sobre la desaparición de la Dirección General de Salud Pública. De acuerdo con que sus funciones siguen existiendo, aunque divididas en dos Viceconsejerías, pero sin una cabeza única que coordine y aglutine las mismas.

Habiéndose hecho tanto por la sanidad en la Comunidad de Madrid hay que decir que se han dado desde las transferencias muchos bandazos en la estructura organizacional. No dispongo de espacio para comentarlos en este artículo, pero cada responsable, hasta el penúltimo, que ha tenido la Sanidad ha hecho cosas que, vistas desde fuera, no parecían obedecer a un necesario conocimiento del medio ni del entorno.

Parece que ahora las cosas, posiblemente en parte por la crisis y en parte por la sensatez que parece existir en la Consejería en los últimos meses y con los últimos cambios están mejorando. Y no es malo que haya debates ideológicos sobre la sanidad privada y la pública, pero como muy bien sabe la actual Viceconsejera de Asistencia Sanitaria –que siendo ajena al sector ha adquirido un profundo conocimiento del entorno del que es responsabe- la Salud Pública es solo una, y, estoy seguro, que conoció el R.D. sobre la prevención mientras se iba redactando.

Pemeches Juspi
juspipemeches@gmail.com

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