viernes, 17 de diciembre de 2010

Una foto de antología: el saludo de Merkel a Zapatero en la Cumbre Europea

En los momentos en que escribo este artículo está teniendo lugar la reunión del Consejo Europeo en Bruselas, con Zapatero presumiblemente preparado para defender los intereses de España. Por su práctica desaparición de la escena pública desde antes del puente de la Constitución estoy seguro que ha estudiado con voluntad de opositor motivado todos los temas de la reunión.

Sin embargo la entrada en el salón ha sido un poco triste –por decirlo suavemente- para los españoles, pues sea cual sea el concepto de Zapatero que tengamos, es el Presidente del Gobierno de España y entrar, mientras los demás dialogan en grupo, ir a su sitio y sentarse solo da una imagen fiel del aislamiento internacional en el que está sumido y en el que, como consecuencia, estamos metidos. Menos mal que Ángela Merkel se ha comportado como una señora y se ha acercado a saludarle, aunque las caras –sobre todo la de Zapatero- lo dicen todo.

La cara de Zapatero impresiona de estar pasándolo muy mal a nivel anímico. Ayer me comentaban que era posible que su aislamiento y cesión de protagonismo a favor de Rubalcaba podía ser una estrategia para que el cántabro se quemara y resurgir él como líder capaz de solucionar todo y dirigir al PSOE hacia una derrota “dulce” en las autonómicas y municipales y a ganar de nuevo las generales, formando gobierno con el PNV y CiU. Lo negué en rotundo y viendo la foto tengo totalmente claro que no es así.

Da una imagen de estar apesadumbrado y superado por los acontecimientos en tal magnitud, que el magnífico servicio médico ubicado en el famoso bunker de La Moncloa debería aconsejarle poner fin a esa situación cuanto antes. Por su bien, por el del partido socialista y por España.

La situación económica no ha mejorado, porque no se hace un plan completo sino que se toman medidas aisladas y reactivas a los acontecimientos. Aunque hay que celebrar que se haya acordado un principio de acuerdo de PSOE y PP en el seno del pacto de Toledo, para establecer los años de cálculo para el cómputo de la pensión, aunque no hay ningún acuerdo sobre retrasar la edad de jubilación.

Hoy hemos vuelto a pagar la deuda al precio más alto desde el año 2000 -lo que implica que en lugar de reducir déficit gastamos en pagar los intereses de la deuda- sigue el famoso “ruido de rescate” que tanto recuerda al “ruido de sables” que precedió a la dimisión de Suárez, y Moody’s amaga con reducir el nivel de rating de España.

Mientras tanto se nos da a conocer que seremos el último país de Europa en salir de la crisis inmobiliaria, las previsiones de deuda del SNS alcanzan ya los 15.000 millones en documentos contables (¿cuántas facturas habrá además en los cajones?) y mientras escribo se publica la noticia de que los analistas de Morgan Stanley opinan que Portugal tendrá que solicitar recursos al Fondo Monetario Internacional el próximo mes y que España tendrá que “ser defendida” por la Unión Europea. Ya tenemos un eufemismo de rescate. Y al tiempo se acuerda en el Consejo de Bruselas una modificación del Tratado de Lisboa para permitir la creación de un mecanismo de rescate permanente, y el FMI aprueba un fondo de 22.500 millones para Irlanda

Todo esto puede explicar el lenguaje no verbal de Zapatero pero España no puede tener un presidente “deprimido”. Debe actuar inmediatamente y hacer todas las reformas pendientes ya o dejar paso a alguien con el suficiente ánimo y capacidad para hacerlo. Pero ya no hay tiempo para mucho más; aunque “la fracasada” se acerque a animarle no le va a dar más oportunidades. O actúa o en una nueva paradoja el impulsor del laicismo tendrá que entonar un “God save Spain”.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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