lunes, 13 de diciembre de 2010

Lissavetzky campeón de las deudas

Jaime Lissavetzky, actual Secretario de Estado para el Deporte (con dependencia directa de Zapatero, no de ningún ministro) y candidato socialista a la Alcaldía de Madrid ha pedido este fin de semana que los madrileños no den una prórroga a “Mr. Deuda”, como ha llamado a Gallardón, a pesar de que había pactado una campaña de guante blanco con el alcalde madrileño. Que no se lo crea el inquilino de Cibeles, que todavía no ha empezado la campaña y ya le cambia el nombre. Recuerdo que cuando alguien dijo que el Secretario de Estado tenía un nombre impronunciable al Alcalde no le gustó dicho comentario.


En este fin de semana Lissavetzky más le hubiera valido no ejercer de candidato y sí asumir responsabilidades por la “operación Galgo”. Comenté el viernes la relación de esta operación con un dopaje informativo que algunos mal pensados achacan a Rubalcaba, pero lo sea o no, es un asunto que afecta de pleno al candidato a la Alcaldía de Madrid por el PSOE.

Es verdad que se ha progresado mucho en la lucha contra el dopaje, pero no es menos cierto que el 8 de octubre pasado Jaime Lissavetzky, se pronunció el Foro Ferrándiz-AS sobre la polémica con el ciclista español Alberto Contador por el positivo en clenbuterol, expresando que “no tenemos un problema de dopaje ni mayor ni menor que el resto del mundo. El dopaje es un fenómeno global”, aunque ayer ha dicho que el 99% de los grandes éxitos del deporte español no están marcados por el dopaje. Por cierto, ya que alguno de los fármacos que se utilizan en el dopaje son de uso hospitalario y no se dispensan en oficinas de farmacia, no estaría mal que los responsables de los hospitales auditaran la adecuación de los accesos informáticos en sus farmacias; en alguno las claves y contraseñas están expuestas a la vista de todo el mundo.

Por tanto, el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid está en deuda con el juego limpio en el 1% de los éxitos del deporte español. Pero esto no es lo peor con relación a lo que acusa a Gallardón. Porque Lissavetzky como secretario de Estado tendrá alguna responsabilidad en la deuda del Gobierno de España.

Y la contabilizada a 31 de octubre era de 476.035 millones de euros, es decir 10.321,18 euros por habitante, mientras que la de Madrid era de 2.176 euros por habitante. Con otras palabras, podríamos decir que Lissavetzky es casi 5 veces más “Mr. Deuda” que Gallardón. Y el Estado sí puede refinanciar la deuda mientras Zapatero no se lo permite a la capital de España, mientras que si lo autoriza a Comunidades Autónomas con menor población que la ciudad de Madrid; así, por ejemplo, la Comunidad de Navarra acaba de anunciar que va a refinanciar una parte de su deuda al 2,42%.

Que el Ayuntamiento de Madrid puede reducir gasto, sin duda. Solo con dejar de prestar servicios que no le son propios ahorraría mucho, pero ¿quiere alguien, p. ej., que desaparezca el SAMUR? Por si no lo saben, no es una competencia municipal la asistencia sanitaria. Qué se puede mejorar la gestión, siempre. El Secretario de Estado para el Deporte también debería optimizarla para que el problema de dopaje fuera menor que en el resto del mundo y que no se produzca ese 1% que él implícitamente parece reconocer.

Además Lissavetzky tendría que conocer que los valores catastrales los fija el Estado, que está en estos momentos duplicando los mismos, como ya comenté hace casi dos meses (“A menor valor de la vivienda mayor presión fiscal”), y no limitarse a acusar a Gallardón de un desmesurado crecimiento del IBI.

Y para finalizar creo que con la que está cayendo con el tema del dopaje y la “operación Galgo” el comentario del portavoz socialista municipal David Lucas diciendo que Lissavetzky debe recuperar el espíritu del profesor Tierno Galván, le hace un flaco favor a quién va a sustituirle a partir de mayo. Recuerden aquello de «¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!», en el palacio de Deportes allá por 1984. Y más vale que no nos acordemos de la inseguridad ciudadana en aquella época.

Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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